Ubicada en el partido de Tigre , esta vivienda se emplaza en un lote particular con forma de martillo de punta cuadrada . El acceso se realiza a través de un paso de 1,5 metros , definido por una rampa roja que culmina en un pórtico , marcando la entrada principal a la casa.
Con una superficie total de 200 m² , la vivienda se caracteriza por estar totalmente cerrada al exterior , creando un refugio de intimidad y aislamiento visual. Toda la apertura de la casa se concentra en un gran patio interno , alrededor del cual se organizan los espacios, generando una conexión constante con la naturaleza y un ambiente de tranquilidad y privacidad.
La casa cuenta con tres pisos y una terraza panorámica , desde donde se pueden apreciar vistas únicas del barrio . Cada nivel está diseñado para maximizar la luz natural y la ventilación provenientes del patio, garantizando un diseño funcional y eficiente.
El concepto arquitectónico prioriza el introspectivismo , cerrándose al entorno urbano mientras se abre completamente hacia su corazón verde , redefiniendo la relación entre el espacio interior y exterior.
